Mañana nos vamos por el fin de semana a Berlín. Allí nos esperan viejos conocidos para emprender nuevas aventuras. El viaje de ida, de por sí, va a ser toda una aventura porque lo vamos a hacer con un desconocido, en su auto. Acá hay un sistema de viaje que te permite compartir los gastos, que son muy inferiores a los pasajes del tren o de avión (casi ni manejan la opción del micro, es sólo para ciudadanos de tercera, como nosotros, los rumanos o los africanos).
Como cada cosa que hacemos por primera vez, aparecen algunas dudas antes de empezar: ¿será buena onda nuestro amigo Hans? ¿Cómo nos comunicaremos, teniendo en cuenta que no habla inglés y nosotros apenas chapuceamos en alemán? Si nos quedamos dormidos, como tenemos pensado hacer (¡nos encontramos 5.30!), ¿estaremos rompiendo los códigos? Mi amigo Martín Francisco me enseñó que el copiloto tiene que mantenerse despierto todo el viaje, sacar charla y cebar mate. ¿Le gustará el mate a Hans? ¿Tendrá un termo para prestarnos? El nuestro no lo traje porque estaba medio roto y ahora me arrepiento. Si da, le pido que me deje manejar un rato, así justifico los $100 que me costó el registro internacional.
Actualización: Hans resultó ser el dueño de una combi en la que entraban 8 pasajeros, así que tenía el kiosco de los viajes bastante armado. Viajamos con otras cuatro personas, nos sentamos al fondo y dormimos, casi sin dar señales de vida, las primeras cuatro horas de viaje. En un momento me di cuenta que me estaba sonriendo mientras soñaba, espero que no me haya visto ningún compañero de viaje. En las rutas alemanas no hay velocidad máxima permitida y en el camino vimos dos accidentados. Por suerte, Hans era un as del volante y llegamos sin sobresaltos.
Hans es una masa (?), no tengas dudas! Dale unos mates, pero avisale q chupe tranqui, porq todos los extranjeros se queman la lengua. Aunq en este caso Hans es local.
ResponderEliminarWarten Sie eine Minute, Doc. Ah ... Wollen Sie mir erzählen, dass Sie eine Zeitmaschine gebaut ... aus einem DeLorean?
ResponderEliminarY? qué pasó? A hans le gustó el mate?
ResponderEliminarYo había utilizado ese servicio para ir de Berlin a Praga. Me tocó un alemán del este con un look muy granjero, que no hablaba una palabra ingles. Afuera la temperatura era de por lo menos -15.Era de noche y no había nadie en la autopista.El tipo apenas subí prendió una radio que daban SÓLO noticias, con el volumen altísimo. El viaje duró 4 o 5 hs (no recuerdo bien),se fumó un atado de cigarrillos, con la ventanas cerradas. Me sentía en una película terror, me agarró la paranoia argentina y pensé que el loco era un espía secreto y que su plan era asesinarme. Cuando llegué a Praga pensé que lo volvería hacer porque la saqué BARATA! .
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