A los dos primeros departamentos que vimos en Heidelberg sin mucha idea de nada, ya se le sumaron otros dos en Mannheim (en los que nos desaznamos con respecto a lo que cobran las inmobiliarias; "Provisionfrei" -libre de comisión- pasó a ser la palabra clave) y otros tres ya más aproximados a nuestras posibilidades y gustos, el lunes pasado, también en la vecina ciudad, porque ahí queremos vivir. De uno de estos estamos esperando una respuesta, aunque no sabemos por qué no le tenemos fe. Mañana vamos a ver cuatro departamentos. Siento que nos vamos acercando cada vez más. Que fuimos aprendiendo y definiendo. Que ya estamos listos para que aparezca nuestro nuevo hogar.
Ague, que sabe de estas cosas, me recomendó pedirle a San Benito, que es el patrono de la vivienda. Acá va nuestra estampita y nuestra oración:
San Benito, San Benito,
ojalá que eso que traés en la carpetita
sea un contrato de alquiler.
Y en la otra mano, ¿qué tenés?
¿Una sombrilla?
¿Tiene balcón nuestra próxima casa
o terraza de uso compartido?
¿Está cerca de un parque
o del río Neckar?
Oh, San Benito, cuántas ilusiones.
Ya prendí una vela a San Benito, pero también prendí otras: a San Expedito, San Bautista, San Gabriel, San Judas Tadeo y otros Santos para que alquilen su Home Sweet Home.
ResponderEliminarVoy prendiendo una, amiccis. Bueno, los quiero tanto que por ahí son dos.
ResponderEliminarY San Benito escuchó sus oraciones!
ResponderEliminarBuscando mas de dos meses hogar y sali llorando patéticamente mas de una vez...San Benito si te hubiese conocido antes...
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