Tenía un tarro de cera que me regalaron y nos veníamos mirando amenazadoramente. Las instrucciones, obvio, estaban escritas en alemán. Hasta que llegó un día en el que la desesperación pudo más y sin intentar leer ni media palabra, tiré el tarro a una ollita y le di para adelante al baño María. ¡Pomelo!
Lectores, me complace anunciarles que me he depilado con cera yo misma por primera vez en la vida.
La vida en el extranjero está llena de estos pequeños logros.
Señor, ¿por qué me hiciste gallega?
Me gustó la Veet. La recomiendo.
la ciencia realmente va a haber logrado algo cuando inventen la manera de inyectarnos genes de india lampiña a nosotras las gallegas
ResponderEliminarClap, clap, clap, clap, etc., etc.
ResponderEliminar...y admiración por tanto coraje.
aca tambien venden la veet, hay una para microondas que es lujo, no se recalienta y esta lista en un santiamen, adoro santiamen
ResponderEliminarpero falto el documento fotografico el antes y el despues!