Lo cual me llevó a cierto debate interno: ¿Asado mata Promoción o Promoción mata todo? Por otro lado, me parecía medio Orlando quedarme en casa. Es cierto: el partido me importaba muchísimo. Pero cada chance de socializar vale tanto como un ascenso. Busqué la tercera posición y le avisé por teléfono al asador, al que veía por tercera vez, que iba a estar pendiente del partido. Él me dijo que también era de River y que iba a tener la compu a mano para "ver las actualizaciones". Pongo las comillas para resaltar que no dijo que lo iba a ver. Era hincha de River pero el partido parecía estar en un segundo plano. Por eso hablaba de "actualizaciones". En parte, me parecía una buena noticia porque el asador desconcentrado es sinónimo de carbón. Quise pasar ese detalle de largo y preferí imaginarme a los diez invitados rodeando el televisor y preguntándome una y otra vez por todas las combinaciones de resultados posibles. Todos mirando el partido. Pero me encontré con un asador que jamás demostró interés en la jornada, no había compu a la vista que manotear y me dio vergüenza llegar y al toque encerrarme a ver el match. Si algo nos enseñó el fútbol es que los partidos se definen en el segundo tiempo. Decidí hacer de cuenta como que estaba con ellos, mientras decía que sí a todo con la cabeza y pensaba en Passarella y la concha bien de su madre.
Gracias a la todavía nueva Blackberry (¡gracias de nuevo tía Ana!), pude ir leyendo los scores en la red social Twitter y cuando me enteré del gol de Lanús quise re putear a todos los presentes, a cada uno en su idioma. Alemanes, españoles, argentinos no entenderían tanta pasión mal canalizada. Llegaron las morcillas, los bifecitos argentinos (tan jugosos, tan ricos), las ensaladas y el segundo tiempo me encontró medio en pedo de malbec y llenísimo. La verdad es que mucha onda no le puse a la charla grupal, fui como tres veces al baño para actualizar, y pedí la compu prestada para la última media hora.
Me encontré sufriendo por River con un celular en la mano y una falsa iPad modelo Samsung. ¿Cómo llegué a esto? Una chica hincha de Racing me gozaba y yo le recordaba cuando jugaron la promoción con Belgrano. ¿Qué hago discutiendo con esta chica? ¿Qué me pasó? El asador se distrajo en la charla con un alemán, así que sufrí en soledad los últimos minutos. Perez me palmeaba y se apenaba por mi pero se alegraba por River, maldita anti gallina, hasta ella está en mi contra. Con el resultado puesto, el asador dijo que no iba a sufrir si River se iba a la B. "Si es tan malo que se tiene que ir, que se vaya". Excelente teoría pero no aplica para el fútbol. River se está por ir a la B, papá, no me importan la justicia, ni las lecciones. No creo que River vaya a aprender algo de todo esto. Sólo quiero un empate en Córdoba, un gol de penal en el Monumental (pateado fuerte y al medio) y que después de eso se vayan todos a cagar, menos Alexis Ferrero.
Quiero que quede un testigo para que cuente la historia y no se repita.
¡Qué cara de cagazo, hijo de puta! ¡Y este es el capitán! Imagínense el culito fruncido de Erik Lamela. ¡Dependemos de la magia de alguien que se llama Erik!
Se dice: wir haben Schiss = tenemo' cagazo
ResponderEliminar(Otro riverplatense).
a mi se me estampó una sonrisa en el rostro el domingo
ResponderEliminarpero eso es así, es fútbol, si no lo sentís, no hablés del tema! qué mierda te va a importar si juegan bien o mal, lo importante es no descender, te banco mil en ésta
pero me sigo riendo, claro
1era vez que comento acá, les amo a vos y a Perez! Son la pareja bloguera favorita.
ResponderEliminarAunque sea de River, soy chica y el futbol me la suda, pero tu crónica fue conmovedora, fuerza! Reí mucho con el ultimo pie de foto.
Que se llame Erik no sería nada, se llama LAMELA!
ResponderEliminarJosé... Te pasás, loco, qué buen post, sos muy muy grande.
ResponderEliminarTe cuento que el partido de vuelta en el Monumental va a ser mi primera ida a la cancha, nunca me quisieron llevar hasta ahora. Esperemos que salga todo bien, tengo el corazón en la boca!!! Un beso a cada uno
Esos pelotudos que salen a opinar de river en esta instancia angustiante, merecen ser empalados en plaza pública. El Asador, el asador, se va a la puta, que lo parió!!!! NO a los antiriver, NO y SILENCIO. El miércoles me lo veo solo, insulto a los gritos y como carnepapaybirra, y el domingo con los pibes.
ResponderEliminar¡No busques más excusas para comer carne al horno con papas!
ResponderEliminarGracias Padma, un beso.
ResponderEliminarhttp://www.martingallardo.com.ar/pasman/
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