En mi recorrida de ayer, luego de cruzarme con el tributo a Sinatra, encaré a una juguetería que tenía vista para comprarme un amigo que me ayude a espantar el domingazo.
Me traje a este canguro que había visto en nuestro paseo en Berlín. Como verán, está rodeado de alta cultura que nos llegó junto al cargamento de libros:
Estamos acá las tres atrapadas por el video. Deja con ganas de más. Hacele dar otro saltito!
ResponderEliminarPor más cuerda que le dé, no le alcanza más que para dos saltos.
ResponderEliminarNo lo quiero forzar a Cangurín.
Un puntito para el conejo buena onda
ResponderEliminar¡Es un canguro!
ResponderEliminares un juguete ideal para un #areeemeeen time.
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