miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una infiltrada

Se concretó la mudanza de mi laburo a Konstanz. Viajo seguido a esta ciudad que ya estoy queriendo. Imposible no quererla con lo bonita que es. Aunque mi trabajo no queda en la ciudad sino en la montaña.



La bruma al fondo son los Alpes. Los de Heidi y la vaquita de Milka. En la foto casi no se distinguen, pero en los días de sol, como la última vez, se ven los picos nevados. También en vivo y en directo se aprecia el lago. Entre los Alpes y el verde, está el lago.

Vistas desde mi oficina, con y sin Perez:





(No es a mí sola que me quedan mal los vidrios. Debe ser culpa del sarro).

Después de un día de trabajo bastante agitado, mi colega más joven, con la que comparto oficina, y yo, nos apropiamos de nuestro lugar. Tiramos cosas viejas de los ocupantes anteriores, inventariamos (es un decir, no somos tan alemanas todavía) los artículos de librería que habían dejado y nos sentamos un rato ante nuestras compus nuevas. Poné algo de música, me pidió ella. ¿Qué te gusta?, le pregunté. Los Decadentes, contestó. Gloriosa respuesta. La puse al día con los últimos discos de LDA y el discazo solista de Jorge Serrano. Sus temas tan psicológicos y existenciales, no desentonaron para nada con el entorno bucólico e intelectual al mismo tiempo.

Al día siguiente, el contraste fue mayor. Estábamos haciendo un estudio comparativo entre el primer y el segundo video de los Wachiturros y la versión de Pachu Peña, cuando salió el sol y las persianas se bajaron solas. Me asusté mucho y me sentí muy país emergente. También me encontré muy underdressed con mis atuendos invernales, y demasiado abrigada. Cómo le dan a la calefacción los europeos.

También me sentí extrañamente pobre cuando me instalaron el paquete de Office en mi macbook que ya hace más de un año que me regalaron y a la que nunca pude ponerle ningún programa porque son caros. Todo lo que en Argentina me hace o me haría sentir una tilinga, acá ya está re out. No me quejo, nomás les cuento el abismo de calidad y tecnología que nos separa.

Tengo miedo de que alguien se dé cuenta de que soy una infiltrada del tercer mundo fan de Serrano y me manden de vuelta a casa.

2 comentarios:

  1. por eso en casa hay una tablet genérica china y no un ipad. Más allá del precio, no le ibamos a poder poner ni el angry birds

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