Me compré dos pantalones en ESPRIT. Suele ser una vidriera que ni miro porque las cosas son carísimas (y lindas y aparentemente buenas). Pero en Frankfurt entré al local de la calle Zeil, que ostentaba sus carteles de SALE, a ver si la cosa iba en serio. Jose me avisó: mirá los pantalones. Después de mucho buscar, encontré tres modelos distintos de mi talle. Acá mi talle, 36 todavía, pero 36 hot a fuerza de Nutella, no se consigue. Llegué a temer que no existiera. Hasta consulté con una vendedora en París, ilusionada con la posibilidad de comunicarme en francés y descrifrar el misterio. Parece que no hay tal misterio. Mi 36 es un 26 acá y no se consigue, seguramente porque hacen pocos. Acá soy XS. Pues bien, ESPRIT tenía 26 y hasta un 25. A buen precio, EUR 29. Me probé tres, me llevé dos. Un jean BOY FIT la mar de cómodo para estar en casa y otro corderoy gris para el frío que, joda joda, ya empezó. Ninguno de los dos me volvió loca, pero el abrigo, tanto indoors como outdoors, empieza a ser una urgencia.
No pretendan fotos, no soy Luli B. lovely thing.
La moraleja para las viajeras: muchacha, nunca olvides que en Europa las ofertas son ofertas.
Excelente hallazo el espacio de Luli B.
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