martes, 25 de octubre de 2011

Diario de soltero IV - Día 1

Muy temprano, a eso de las 7, Perez se despertó para ir a su reunión de laburo. Yo estaba zombie porque me había quedado hasta pasadas las dos mirando la fiesta de la democracia. Nos tomamos unos mates con Cristina de fondo y nos despedimos hasta el miércoles. Miré algunos videos más y ya no me pude dormir. Di vueltas en la cama, pero era imposible, así que decidí abrir la Bed Office, o sea, laburar en la cama. Desgrabé una entrevista bastante larga y aburrida y más tarde, en un esfuerzo de producción, salí a correr a orillas del Neckar. A la tarde fui en búsqueda de un pantalón de entrecasa, que se me viene negando y, por cierto, todavía no encontré. También tuve algunas dificultades para comprar sal gruesa, recién conseguí en el tercer supermercado al que fui. No entiendo. ¿Los alemanes no usan sal gruesa? Acá la llaman sal italiana y la necesitaba para mi principal proyecto de las próximas horas: berenjenas al escabeche.

La recorrida vespertina en búsqueda del pantalón y la sal gruesa la hice con la compu a cuestas, porque mi plan era sentarme a laburar en algún bar. Fue difícil encontrar uno lindo. Terminé eligiendo uno malo y conocido, que tiene el menú escrito en turco y la música funcional es ad hoc. Volví a casa a seguir laburando y a leer algunas notas más sobre las elecciones. Por cierto, qué manera de extrañar los diarios de papel durante todo el día. Entrada la noche, algo aburrido, dije algo en voz alta y noté que no hablaba hacía un par de horas, así que llamé a mi amigo Herno y hablamos una hora y media por teléfono. Antes de dormir hubo un último chapuzón de laburo.

La jornada en números:
Berenjenas a escabechear: 4 (no compré más porque no tengo tantos frascos).
Precio del café que me tomé: €1.90.
Veces que chequeé nuestro correo postal: 3 (no esperaba nada en particular pero estaba aburrido).
Charlas telefónicas con Perez: 3 (todas breves).

3 comentarios:

  1. me encanta el diario de soltero, me da pena disfrutar de tu soledad, eso sí

    ResponderEliminar
  2. Le pongo onda, pero son días aburridos. Es más fácil sacarle el jugo a una manzana que a Mannheim

    ResponderEliminar
  3. a mí también me encanta!
    pero también entiendo tu aburrimiento, estar soltero viviendo en otro país puede llegar a ser bastante deprimente!

    ResponderEliminar