martes, 31 de mayo de 2011

Diario de soltero. Día 1

Perez no está en casa, se fue unos días a otra ciudad, otras ciudades, debería decir, con su tía y su prima. Se encuentran en una capital europea, ella ya la revelará, y luego salen de paseo por la ruta, con auto alquilado. Road movie total. Para mi, re da para que hagan una peli de esas de minas que luchan, sufren, todo les cuesta pero salen adelante. Si hubiese visto alguna, diría el título. Me imagino algo como Tomates Verdes Fritos, aunque no la vi.

Más allá de esas fantasías cinematográficas, lo cierto es que estoy solo, en una ciudad que apenas conozco, en la que se habla un idioma del cual manejo veinte palabras, casi todas ellas relacionadas a la comida, no conjugo más de cinco verbos y medio tiempo verbal. Por suerte, los tiempos de incomunicación han quedado atrás. Es más, hoy, en pocas horas, pasé al otro extremo: a la mañana instalaron la línea de teléfono, eso permitió que pocas horas después llegara Internet, para lo cual tuve que luchar contra menúes de instalación en alemán. Acá les dejo este el link de la página a la que derroté, para que entiendan mi sufrir.

Hice un baile de la victoria, recordé el placer del bed office, almorcé y, envalentonado por la victoria, encaré la configuración de la BlackBerry que nos regaló la tía de Perez que nos visitó durante el fin de semana. ¡Qué regalazo anticipado de cumpleaños, por favor! Una genia. Instalé las primeras cosas que fui entendiendo, digamos, las más básicas, y me zambullí en la cama para disfrutar de todo lo que son las redes sociales y milagros como Cuevana, Grooveshark y demás. También me puse al día con algunos mails que venían quedando colgados y relojeé un rato del partido de Federer en la tele pero era demasiado paseo, así que apagué para concentrarme en seguir paveando.

Recién ahora, pasadas las 21, me voy a poner a laburar y veremos cómo empiezo a lidiar con la distracción total a la que te puede llevar Internet. Por suerte, esa visita también trajo los libros que gentilmente mi vieja compró (a pedido nuestro), así que también estoy leyendo libros nuevos, como Ocio, de Fabián Casas, sobre el que escribiré algo, supongo, en estos días de soltero.

Estadísticas del día:
Personas con las que hablé: 2 (el instalador y el turco del locutorio al que fui mientras esperaba que pasara la hora y media que tardaba en empezar a andar la línea).
Platos cocinados: 2 (mate y fideos con pesto. Pesto de frasco, cabe aclarar. O sea que sólo calenté agua y tuneé un yogur sin sabor que comí a la tarde).
Birras esperando por mi en la heladera: 2.
Menú de la noche: Pan (multicereal), salame (con pimienta en el borde. Un euro los 100g) y queso (comprado en la feria. Hay tres quesos distintos, de esos olorosos, tipo franceses).

6 comentarios:

  1. un euro los 100 gramos???? y porque el chino me cobra como 6 pe los 100 del salame más berreta??? (aproximado, no recuerdo bien, pero lo tuyo me parece un regalo)

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  2. 1) No compres salame en el chino. Te lo pido por Nippur o cómo se vaya a llamar esa criatura.
    2) Muchas cosas acá son más baratas que en Buenos Aires. El flagelo de la inflación.

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  3. Asi que estos son dias de solteros? Ah bueno... Sehr modern!

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  4. Espero ansiosa algo sobre Ocio, que justamente hoy estoy terminando de leer.

    Chicos, cómo me gusta su blog.

    Ah, algo que no quiero pasar por alto porque sé que ustedes eran vecinos mios y van a entenderme: el local de las muñecas tétricas de Lambaré está cerrado hace muchos días. No sé qué habrá pasado, pero es algo que me tiene entre preocupada y aliviada.

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  5. Me alegra la noticia. Llegué a odiar ese negocio. La bronca se me iba cuando pasaba por la panadería de la esquina.

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  6. M: Ese negocio era siniestro. Y los teletubbies de la terraza, lo peor de todo. Almagro se va para arriba sin "eso".

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