jueves, 6 de octubre de 2011

Yoga

En París tomamos una clase de yoga con Vero y refrescamos nuestros modestos conocimientos en la materia.

Hoy, hicimos lugar en el dormitorio, tiramos unas mantitas al suelo (que hubo que sacar a la hora del adomuka porque resbalaban, claro, qué amateurs) e hicimos cincuenta minutos de yoga. Para nosotros, que no somos precisamente yoguis (en mi caso más que nada porque me aburre), es todo un logro.

Para mí fue clave haber dado con el playlist adecuado. Cuando hacíamos yoga en Buenos Aires, me gustaba mucho un disco que ponía la profe y que resultó ser de Nina Hagen.





"Om Namah Shivay" se puede bajar de acá:

Consejo para las hiperlaxas: no te confíes de tu condición, no hagas el puente de una. Yo sé por qué te lo digo. Ay.

1 comentario: